¿Eres de las personas que se quejan y a todo le encuentran un problema? O, por el contrario, siempre ves una posibilidad en cualquier tarea que emprendes. En tu trabajo, ¿identificas personas tóxicas, negativas que siempre están en la queja o en el “no se puede”? ¿Y tu, te consideras una personas optimista o pesimista?
La actitud positiva es la capacidad que tenemos de percibir el entorno de manera constructiva. Es la habilidad que tienes para interpretar la realidad de forma que te ayude a conseguir tus propósitos. Es decir, es confiar en que las cosas saldrán como estaban previstas sin olvidar la incertidumbre del entorno.
Te dejo 8 herramientas claves, para desarrollar la habilidad de ser una persona positiva en el trabaj
- Observa cómo te hablas a ti mismo y cuál es tu diálogo interno. Descubre tus pensamientos y cuáles te generan emociones negativas. Identifica los pensamientos que te activan determinadas emociones que te impiden actuar.
- ¿Eres consciente de tus sensaciones y de tus emociones negativas? Tu forma de pensar genera emociones, las cuales se expresan en sensaciones en el cuerpo. Por esto, para ser consciente de tus pensamientos, observa tus sensaciones en el cuerpo y la emoción que estás generan.
- Las emociones dan lugar a acciones, a un determinado comportamiento que lleva a un resultado concreto. Hay emociones que no te llevan a la acción, por ejemplo, emociones de tristeza o vergüenza. Por tanto, identifica emociones positivas que produzcan las acciones que deseas, por ejemplo, confianza, seguridad o fortaleza.
- Cuida el lenguaje que empleas. Puedes resignificar las palabras que utilizas que te lleven a experiencias positivas. Por ejemplo, “debo de hacer algo” reformúlalo por “la oportunidad de hacer algo”. O, “estoy nervioso” por “estoy emocionado”. La actitud será diferente.
- Fíjate objetivos y metas claras que te permitan tener un camino marcado. El tener tus objetivos formulados e ir avanzando en su logro, te genera motivación y actitud positiva para emprender nuevas acciones.
- Se proactivo. No esperes a que pasen cosas, sino haz que sucedan las cosas. Anticípate a los cambios y piensa en una solución antes que un problema. No te limites a cumplir órdenes sino hacer propuestas.
- Cuida tu comunicación externa, tu comunicación verbal o escrita. Cuando tienes que redactar un mensaje, piensa antes de escribirlo, sobretodo en comunicaciones informales. Una respuesta cordial podrás evitar mucha tensión posterior.
- Aprendizaje continuo. Cada día es una oportunidad, para aprender, experimentar. Es un reto, un desafío, más que un deber u obligación. Comparte lo que sabes, tu fortaleza y capacidades.
La actitud positiva se puede potenciar y entrenar. Por esto, te invito a desarrollar la capacidad para fomentar la actitud positiva creando el hábito de pensar de una manera positiva, siendo consciente de sensaciones y emociones, cuidando el lenguaje, trazándote objetivos y con actitud de aprendizaje continuo.
